Haz clic para ver nuestros perfiles de Instagram
smokingpaper
Visita nuestros perfiles de Instagram
Síguenos en Instagram
GLOBAL
UNITED STATES OF AMERICA
GERMANY
COLOMBIA
ARGENTINA
GUATEMALA
NICARAGUA
UN ROLL?
¿ERES MAYOR DE EDAD?

Para acceder a este sitio, debes ser mayor de edad en tu país de residencia.

Al hacer click en ‘Sí’, aceptas el Aviso Legal y la Política de Privacidad de este sitio.

Wie man mit der ScrOG-Methode anbauen kann

Guías

¿Conoces lo que es el método ScrOG? Estas siglas, cuyo significado en inglés es “Screen of Green”, hacen referencia a una técnica de cultivo con la que se pueden obtener mejores resultados, una mayor optimización del espacio y una productividad más uniforme. Es, por tanto, un método botánico que ofrece múltiples ventajas para quienes buscan un crecimiento más eficiente y controlado.

Este sistema permite mejorar la distribución de luz, favorecer el desarrollo horizontal de las plantas y reducir ciertos riesgos comunes en entornos cerrados, como la acumulación de humedad. A continuación, te contamos en qué consiste exactamente el método ScrOG y qué necesitas para ponerlo en práctica paso a paso.

¿Qué es el método ScrOG?

El método ScrOG busca que las plantas crezcan en horizontal, guiando las ramas más bajas hacia arriba y las superiores hacia los laterales, con el objetivo de formar una superficie de crecimiento uniforme. Para lograrlo, se coloca una malla sobre las plantas, que permite entrelazar y redirigir las ramas a medida que crecen, creando una canopia más plana y homogénea.

Entre sus principales ventajas destaca la mejor exposición a la luz, ya que todas las partes de la planta quedan a una distancia similar de la fuente lumínica. Esto favorece la fotosíntesis y contribuye a un desarrollo más equilibrado. Además, la ventilación mejora considerablemente gracias a la disposición horizontal, lo que ayuda a prevenir la aparición de hongos y otros problemas relacionados con el exceso de humedad.

Otro de los puntos fuertes de este método es que permite aprovechar al máximo el espacio disponible, ideal para cultivos en interiores o zonas reducidas.

¿Cómo hacer un buen ScrOG?

Si estás interesado en poner en práctica el método ScrOG en tu cultivo, solo necesitas seguir unos pasos básicos que te permitirán sacarle el máximo partido a esta técnica de entrenamiento vegetal.

Paso 1: Elige la malla

Aunque pueda parecer un detalle menor, la elección de la malla es clave para que el método funcione correctamente. Hoy en día existen distintos tipos de mallas: de nylon, metálicas, de cuerda, bambú, entre otras.

Lo ideal es optar por una malla que sea elástica, fácil de manejar y moldear. Además, debe ser resistente y no romperse con facilidad. En cuanto al material, es preferible que no se oxide o que esté tratado para evitar la corrosión, ya que esto puede afectar al entorno de cultivo.

Paso 2: Montaje

Una vez tengas la malla, deberás instalarla a la altura adecuada. Si cuentas con paredes o soportes, puedes usar ese espacio para fijarla. En caso contrario, puedes crear una estructura simple con listones de madera o elementos similares.

Lo habitual es colocar la malla a unos 30-35 cm por encima de la maceta, aunque esta medida puede variar según el tipo de planta y el espacio disponible. Las cuadrículas de la malla deben tener entre 5 y 10 cm para permitir el paso y redirección de las ramas.

Paso 3: Control de crecimiento

La clave del ScrOG es lograr que la planta se ramifique de forma horizontal, cubriendo toda la superficie de la malla. Para ello, conforme crece, tendrás que ir guiando las ramas con suavidad, doblándolas para que se expandan lateralmente y no verticalmente. Esto permitirá que la luz llegue por igual a todas las zonas.

Paso 4: Poda

La poda también forma parte del proceso. Se suele realizar en la parte inferior de la planta para favorecer un desarrollo más fuerte y concentrado en las zonas superiores, especialmente durante las fases más activas de crecimiento.

Consejos para cultivar con la técnica ScrOG

El método ScrOG no es especialmente difícil de aplicar, pero sí requiere cierta atención para conseguir buenos resultados. Hay algunos detalles importantes que conviene tener en cuenta si quieres aprovechar al máximo el potencial de tus plantas.

Por ejemplo, se recomienda colocar la malla a unos 30 cm por encima de las macetas y elegir contenedores de tamaño adecuado, de forma que las raíces puedan desarrollarse sin limitaciones. En variedades de porte más compacto, como las índicas, lo ideal es dejar que cubran aproximadamente un 80 % de la malla antes de inducir la floración. En variedades de crecimiento más vertical, como las sativas, bastará con alcanzar un 60 % del entramado.

Si aplicas bien esta técnica, notarás cómo tus plantas crecen más fuertes y uniformes. Y cuando llegue el momento de disfrutar del resultado final, nada mejor que hacerlo con tu accesorio favorito. Ya sea el Grinder Good Time For, el Grinder Let Me Grind You o el Grinder Mental Vacation, tendrás todo lo necesario para redondear la experiencia. ¡Solo te faltará elegir tu preferido y disfrutar del proceso de principio a fin!

Errores comunes al aplicar ScrOG

Aunque el método ScrOG no es especialmente complicado, hay ciertos errores frecuentes que pueden afectar a los resultados si no se corrigen a tiempo. Evitarlos desde el principio puede marcar la diferencia en el desarrollo de las plantas y en la calidad final del cultivo.

Uno de los fallos más habituales es colocar la malla demasiado tarde, cuando las plantas ya han crecido en vertical. Lo ideal es instalarla a tiempo para poder guiar las ramas mientras aún son flexibles y fáciles de redirigir. Otro error común es no podar correctamente la parte inferior, lo que puede generar una acumulación innecesaria de ramas y hojas que no reciben luz y consumen energía de la planta.

También es frecuente no rellenar bien toda la superficie de la malla antes de inducir la floración. Esto reduce la eficiencia del sistema y hace que no se aproveche todo el espacio disponible. Por último, conviene recordar que doblar las ramas con brusquedad puede dañarlas. Siempre hay que guiarlas con suavidad, respetando su ritmo de crecimiento natural.

Con algo de atención y práctica, estos pequeños errores se pueden evitar fácilmente… y el resultado lo notarás en cada etapa del cultivo.

Related Post