SMOKING SHOP
Nuestra tienda online ha llegado
DESCUBRE NUESTRAS SUDADERAS, CAMISETAS CON DISEÑOS EXCLUSIVOS Y MUCHO MÁS.
El piercing del ombligo no es de los más rápidos en curar. Aunque parezca sencillo, se trata de una zona con mucho movimiento, humedad y contacto constante con la ropa. Todo eso hace que la cicatrización sea más lenta que en otros piercings.
Saber cuánto tarda en cicatrizar el piercing del ombligo no es solo cuestión de contar semanas: depende del cuerpo, los cuidados y el día a día de cada persona. Lo normal es que esté bien cicatrizado entre los 3 y 6 meses, pero en algunos casos puede alargarse hasta un año si no se trata bien o hay complicaciones.
Contents
De media, un piercing en el ombligo tarda entre 3 y 6 meses en cicatrizar completamente. Durante ese tiempo, puede parecer que está curado por fuera, pero por dentro la piel sigue cerrando. Por eso es clave no confiarse y seguir cuidándolo aunque no duela o no se vea inflamado.
Cada cuerpo reacciona distinto. Si no hay infecciones y sigues los cuidados, podrías tenerlo curado en unos 4 meses. Si lo tocas mucho, usas ropa apretada o cambias la joya antes de tiempo, puede tardar más. La clave está en la constancia: limpiar bien, no forzar y dejar que el cuerpo haga su trabajo sin prisas.
Aunque el tiempo de cicatrización del piercing del ombligo suele estar entre los 3 y 6 meses, hay factores que pueden acelerar o frenar ese proceso. No se trata solo de suerte, sino de cómo cuides la zona y cómo responde tu cuerpo.
Todo suma. Y si no lo respetas, la curación se puede alargar… o complicar.
Los cuidados diarios son lo que marca la diferencia entre un piercing que cicatriza sin problemas y uno que da guerra. Desde el primer día hay que tener una rutina clara y no saltársela.
Limpia la zona dos veces al día con suero fisiológico o una solución salina. Usa una gasa estéril o un bastoncillo, sin frotar ni girar la joya. Nada de alcohol, agua oxigenada o cremas, que solo irritan. Evita tocarlo con las manos sucias y no cambies la joya hasta que esté bien curado.
También es importante usar ropa suelta que no roce la zona, evitar golpes, dormir sin presionar el ombligo y no meterte en piscinas o baños públicos. Lo básico: dejar que el cuerpo cierre a su ritmo, sin forzarlo.
Un poco de enrojecimiento o molestia al principio es normal. Pero si notas dolor intenso, hinchazón que no baja, secreción amarilla o mal olor, puede que tengas una infección leve.
No lo quites. Mucha gente comete el error de sacar la joya, pero eso puede empeorar el problema. Lo mejor es seguir limpiando bien con suero, sin manipular, y vigilar la evolución. Si en un par de días no mejora o va a más, toca acudir al médico o a un profesional del piercing.
Evita remedios caseros o cremas sin receta. No revientes nada, no tapes la zona y no intentes curarlo con lo primero que pilles. Lo más importante es actuar a tiempo y no dejar que pase a mayores.