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¿Alguna vez te has preguntado cuál es el país más caro del mundo para visitar o vivir? Hay lugares donde la calidad de vida es altísima… pero también lo son los precios. En esta lista te mostramos cuáles son los 10 países más caros del mundo en 2025, basándonos en coste de vida, alquiler, alimentación, transporte y más. Y sí, si planeas viajar a alguno, prepara bien la cartera.
Desde ciudades con alquileres imposibles hasta países donde incluso el café cuesta el doble, este ranking te da un vistazo a cómo se vive —y cuánto cuesta— en los lugares más caros del planeta.
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Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. Es el país con mayor coste de vida global. Zúrich y Ginebra suelen aparecer entre las ciudades más caras del mundo, con alquileres que fácilmente superan los 2.000 € mensuales por un apartamento modesto.
La cesta básica también impresiona: un litro de leche puede costar más de 2 €, y una comida sencilla en un restaurante supera los 25 €. Eso sí, la calidad, la seguridad y los servicios son excepcionales. Vivir en Suiza es un lujo… que se paga caro.
Noruega es sinónimo de bienestar, pero también de precios elevados. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. Aunque los sueldos son altos y la sanidad es excelente, el coste de vida puede sorprender.
Una cerveza en un bar puede costar más de 10 €, y cenar fuera es prácticamente un lujo. Los productos importados tienen precios altísimos, y aunque la educación y la sanidad están cubiertas por el Estado, el día a día no es precisamente barato. Eso sí, las vistas lo compensan.
Vivir en Islandia es como estar en otro planeta… también en precios. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. El aislamiento geográfico encarece absolutamente todo: desde los alimentos hasta los materiales de construcción.
La electricidad es barata gracias a la energía geotérmica, pero casi todo lo demás se importa. Esto hace que los supermercados, la ropa o incluso un simple café estén por las nubes. Aun así, la calidad de vida y la belleza del entorno hacen que muchos lo consideren un paraíso moderno, aunque sea un paraíso caro.
Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. Este pequeño estado insular es un centro financiero global y un modelo de ciudad moderna y eficiente… pero con precios acordes a su estatus. El alquiler en zonas céntricas puede superar los 3.000 € por mes, y hasta una cerveza puede rondar los 10 €.
La educación, el transporte y los servicios funcionan como un reloj suizo, pero el nivel de vida se siente en la cuenta bancaria. Si te gusta el lujo urbano y una vida cosmopolita sin margen de error, Singapur es para ti (si tu bolsillo aguanta).
Hong Kong tiene uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. El espacio es escaso, y eso se paga: vivir en un apartamento de 40 m² puede costarte más de 2.500 € al mes.
Además, la comida y los servicios también tienen precios elevados, aunque la ciudad sigue siendo un imán para expatriados y negocios. La intensidad de su ritmo urbano y su mezcla de culturas hacen que muchos quieran vivir allí… aunque solo puedan permitírselo unos pocos.
Japón no solo impresiona por su cultura y tecnología, también lo hace por el coste de vida en ciudades como Tokio u Osaka. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. Aunque hay opciones más accesibles en zonas rurales, la vida en las grandes urbes es todo menos barata.
El transporte es excelente pero caro, y la comida —aunque deliciosa— también tiene sus precios. Aun así, Japón ofrece una calidad de vida altísima, seguridad y un orden social que muchos valoran. El coste vale la pena… si puedes mantener el ritmo.
Australia combina playas, calidad de vida y ciudades vibrantes como Sídney o Melbourne. ¿El problema? Que todo eso se paga. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. El coste medio de vida es alto, especialmente en vivienda, transporte y ocio.
Una comida en un restaurante puede superar fácilmente los 30 €, y la cesta básica también tiene precios elevados. Eso sí, el salario mínimo es de los más altos del mundo, y la calidad del aire, la sanidad y el equilibrio entre trabajo y vida personal hacen que siga siendo uno de los destinos más deseados.
Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. En Dinamarca, el coste de vida es alto, pero en parte por un sistema de impuestos muy elevado. Se paga mucho, sí, pero a cambio se recibe un estado de bienestar casi ejemplar: educación gratuita, sanidad pública de calidad y servicios sociales que funcionan.
Los precios del día a día también se sienten: desde el supermercado hasta una cerveza en un bar. Copenhague es una de las ciudades más caras de Europa, pero también una de las más habitables. Si buscas equilibrio, seguridad y diseño escandinavo, aquí tienes el pack completo (con su correspondiente precio, claro).
Este pequeño país europeo tiene uno de los PIB per cápita más altos del mundo. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. La vida en Luxemburgo es tranquila, segura… y bastante cara, especialmente en lo que respecta al alojamiento y transporte.
Vivir aquí implica salarios altos, sí, pero también un ritmo de vida exigente y precios que lo reflejan. A pesar de su tamaño, Luxemburgo tiene una mezcla cultural rica, servicios excelentes y una posición estratégica en Europa. No es para todos, pero si puedes permitírtelo, es de los lugares más cómodos para vivir.
Israel destaca por el precio elevado de su vida diaria, sobre todo en Tel Aviv, una de las ciudades más caras del mundo. Lidera todos los rankings por su vivienda extremadamente cara, salarios altos, comida costosa y servicios premium. Aquí, el coste de productos básicos, restaurantes, alquileres y transporte puede sorprender incluso a los viajeros más preparados.
A pesar de los precios, Israel ofrece tecnología, cultura, historia y una gastronomía espectacular. Es un país moderno en muchos sentidos, pero vivir allí implica asumir un gasto considerable. Si te lo puedes permitir, la experiencia es única… y exigente para la cartera.