SMOKING SHOP
Nuestra tienda online ha llegado
DESCUBRE NUESTRAS SUDADERAS, CAMISETAS CON DISEÑOS EXCLUSIVOS Y MUCHO MÁS.
Si eres de los que disfruta pasarlo mal (pero bien) frente a la pantalla, esta lista es para ti. Aquí no hay sustos baratos ni fantasmas en pantuflas. Solo películas que incomodan, que se te quedan en la cabeza después de apagar la tele y que, con suerte, te hacen mirar dos veces debajo de la cama.
Prepárate para noches largas, luces encendidas y alguna que otra excusa para no ir solo al baño. Estas son algunas de las mejores películas de terror que puedes ver ahora mismo en Netflix.
Contents
Todo empieza con una familia, una casa y cosas raras que no deberían pasar. Hasta ahí, lo típico. Pero esta peli va más allá. Dirigida por James Wan y basada en casos reales de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, es una clase magistral de cómo construir tensión sin necesidad de monstruos CGI ni litros de sangre.
Con un ritmo impecable, sustos bien medidos y una atmósfera que no te suelta, «The Conjuring» es ya un clásico del terror moderno. Perfecta para quienes quieren gritar con elegancia y calidad.
Stephen King + Netflix = algo inquietante casi asegurado. “1922” adapta una historia corta del maestro del terror y la convierte en un descenso lento y denso a la locura. Un granjero confiesa haber asesinado a su mujer, pero lo que viene después es mucho más que remordimiento.
No hay fantasmas que salten de armarios, pero sí una tensión psicológica que va creciendo como el maíz en su campo. Si buscas un terror más mental que visual, esta te va a atrapar.
Inspirada libremente en un expediente policial real de los años 90 en Madrid, “Verónica” se ha convertido en una de las películas de terror españolas más comentadas. Dirigida por Paco Plaza (uno de los creadores de [REC]), tiene ese equilibrio justo entre nostalgia noventera y mal rollo demoníaco.
No inventa nada nuevo, pero lo hace todo tan bien que asusta de verdad. Con una protagonista creíble, escenas potentes y un ambiente cada vez más opresivo, Verónica es una de esas pelis que se te meten en el cuerpo sin hacer ruido.
Más que terror, esto es una experiencia incómoda. Un experimento social convertido en distopía claustrofóbica. Un edificio vertical, dos personas por nivel, y una plataforma con comida que va bajando planta por planta. ¿El problema? Lo que sobra arriba, no llega abajo.
“El hoyo” mezcla crítica social, tensión, sangre y un poco de filosofía para dejarte pensando mucho después del final. Es brutal, literal y metafóricamente. No es una peli de miedo tradicional, pero es de las que te revuelven el estómago. Y eso también es terror.
Si nunca has visto [REC], estás a punto de descubrir por qué se convirtió en una joya del terror español. Grabada en formato falso documental, esta película te mete de lleno en un edificio de Barcelona en plena cuarentena… y no precisamente por una gripe.
La tensión sube rápido, el caos es total y los sustos están garantizados. No hay respiro. Es corta, intensa y angustiante como pocas. Si te va el terror visceral, el encierro y las cosas que se arrastran en la oscuridad, aquí tienes una imprescindible.
No es terror de susto fácil, pero “Aniquilación” te incomoda de otra manera. Es un viaje visual y psicológico que mezcla ciencia ficción con horror existencial. Natalie Portman lidera un grupo que entra en “El Resplandor”, una zona misteriosa donde las reglas de la naturaleza están rotas.
No es para todos. Es rara, densa, y no da todas las respuestas. Pero si entras en su juego, te atrapa con paisajes alienígenas, mutaciones que inquietan y una sensación constante de “esto no está bien”. Distinta, pero turbadora.
¿Y si hacer el más mínimo ruido significara la muerte? Esa es la premisa brutal de esta historia en la que el silencio no es solo parte del ambiente, es supervivencia. John Krasinski dirige y protagoniza esta joya minimalista junto a Emily Blunt.
Con muy pocos diálogos y una tensión que no afloja ni un segundo, esta película consigue lo que pocas: que aguantes la respiración durante minutos. Perfecta para ver con auriculares… o con todos los sentidos alerta.
Oscura, lenta y perturbadora. “La bruja” no es una peli de sobresaltos, pero su atmósfera te va atrapando como niebla espesa. Ambientada en el siglo XVII, sigue a una familia puritana exiliada en medio del bosque, donde todo empieza a torcerse.
El terror aquí es psicológico, sugerido, casi simbólico. Todo huele a mal augurio y fanatismo. Una joya del horror folk, con una fotografía espectacular y una protagonista (Anya Taylor-Joy) que se sale. No apta para impacientes.
Un retiro romántico en una cabaña, unas esposas, y un juego que sale mal. Muy mal. Basada en una novela de Stephen King, esta peli comienza con una situación incómoda y va directo al horror psicológico.
Con muy pocos personajes y un solo escenario, la historia se mete en la cabeza de la protagonista mientras lucha (literalmente) por sobrevivir. No hay monstruos, pero sí traumas, alucinaciones y decisiones extremas. Si te gustan los thrillers intensos, dale play.
Una casa en medio del bosque, una escritora sorda y un asesino enmascarado. Suena a tópico, pero el giro aquí es que todo ocurre en silencio. “Hush” reinventa el home invasion con tensión bien construida y un ritmo que no deja huecos.
La protagonista no puede oír, y eso cambia por completo la forma en la que se desarrolla la historia. No hay gritos, ni música estridente, solo una lucha inteligente por sobrevivir. Sencilla, directa y muy efectiva.
“Casa ajena” no es solo una peli de terror, es una crítica social disfrazada de pesadilla. Sigue a una pareja de refugiados que consigue asilo en Reino Unido y es asignada a una casa… que claramente no está vacía. Lo inquietante no son solo los fantasmas, sino lo que la casa representa.
El terror aquí es lento, elegante y psicológico. Mezcla trauma, culpa y una atmósfera opresiva que no te suelta. Si te gusta el horror con mensaje y te apetece algo más cerebral, esta peli te va a dejar pensando.
Un escritor en busca de inspiración se muda a una casa con pasado oscuro. Encuentra unas cintas en el desván y, claro, no puede evitar verlas. Lo que sigue es un descenso a lo macabro que no necesitas luces apagadas para que te dé miedo.
“Sinister” combina bien los sobresaltos con una historia oscura y un villano que da mal rollo de verdad. Si te gustan las pelis donde el peligro está en las sombras y la tensión sube con cada minuto, esta es de las mejores opciones en Netflix.
Terror minimalista, rural y muy atmosférico. “El páramo” se desarrolla en una casa aislada, donde una familia vive alejada del mundo… hasta que algo empieza a acechar desde la llanura. No hay muchos personajes ni efectos, pero el miedo viene de otro lado.
El ritmo es pausado, pero la inquietud crece como la niebla. Es una de esas pelis que no gritan, pero te miran raro desde lejos. Si te van los ambientes tensos y el terror psicológico, aquí hay material para pasarlo mal de forma elegante.
Ambientada en el Madrid de los años 70, esta peli se mete de lleno en el género de casa embrujada. Una familia se muda con mucha ilusión a un piso en el barrio de Malasaña… pero algo los estaba esperando desde antes.
Tiene todos los ingredientes clásicos: puertas que se abren solas, ruidos raros, muñecos perturbadores… Pero también una estética cuidada y un ritmo que no te suelta. No reinventa nada, pero cumple como un buen susto patrio con sabor nostálgico.
Una de las apuestas más recientes del terror español. Inspirada en leyendas urbanas del metro de Barcelona, esta historia mezcla tensión claustrofóbica, misterio y un toque sobrenatural que no necesita demasiado para inquietarte.
La ambientación subterránea es perfecta: pasillos vacíos, luces parpadeantes, y esa sensación de que no estás tan solo como parece. No es una superproducción, pero tiene una atmósfera potente y una historia que te mantiene atrapado hasta el final. Ideal para ver con auriculares… y no coger el metro después.