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Los mejores juegos para beber con amigos

Guías

No hay reunión con colegas que no mejore con un buen juego para beber. Da igual si estáis en casa, en un botellón, en la playa o en una escapada rural: estos juegos son ese punto extra que convierte una noche normal en una anécdota épica.

Y no necesitas grandes cosas: con unas cartas, un móvil o simplemente un poco de imaginación, ya lo tienes hecho. Aquí van algunas ideas para subir el ambiente y las risas. Reglas fáciles, resultados imprevisibles (y resacas probablemente memorables).

Juegos clásicos para beber en grupo

Los de toda la vida. Esos que no fallan. No importa si tus amigos son fiesteros, tranquilos o novatos: estos juegos tienen algo para todos. Risas aseguradas y normas fáciles que se aprenden en segundos.

Yo Nunca

Un clásico. Se juega así: una persona dice algo que nunca ha hecho (por ejemplo, “yo nunca he besado a alguien en un ascensor”) y quien lo haya hecho… bebe. Puedes empezar suave, pero ya sabes cómo acaba esto. Consejo: evita jugar con tu ex en la mesa.

La Botella

Todos en círculo, giras una botella en el centro y quien señale tiene que cumplir el reto que diga el grupo (o beber). Si quieres ir más allá: quien gira pone una condición («verdad o bebida», «reto o chupito», etc.). Es como la adolescencia, pero con alcohol de por medio.

El Rey / La Corona

Vas sacando cartas de una baraja colocada en círculo, y cada carta tiene un significado. Por ejemplo: 2 = tú bebes, 3 = elige quién bebe, 4 = chicas beben, 5 = chicos, etc. La carta de Rey obliga a echar alcohol en el vaso central… y quien saque el último Rey se lo bebe entero. Sencillo, pero brutal.

El Pingüino

Uno del grupo empieza diciendo “soy un pingüino con X pingüinos” (por ejemplo, 2), y con las manos hace los gestos de alas. Pasa el juego a otro: este repite la frase con los mismos gestos, pero puede cambiar el número. Si alguien falla en la frase o los gestos, ¡a beber! Más difícil de lo que parece, especialmente después de un par de rondas.

El Semáforo

Cada vez que alguien dice una palabra prohibida (como “vale”, “sí”, “no”), se enciende el “semáforo” y bebe. Puedes poner varias palabras vetadas y ver cómo todos se autocensuran hasta volverse locos. Lo mejor es que no necesitas nada, solo atención y ganas de pillar al resto.

Juegos de cartas para beber alcohol

Con una baraja normal puedes montar una noche entera de locura. Estos juegos mezclan azar, habilidad y esa pizca de caos que siempre se agradece. Perfectos para cuando hay muchas personas y queréis algo dinámico.

Culo (o Presidente)

Repartes todas las cartas, y el objetivo es quedarse sin cartas lo antes posible. Quien gana será el “presidente” y el último… el “culo” (que suele beber más). En cada ronda se intercambian cartas según el rango, y se repite. Puede durar horas y es divertidísimo con piques de por medio.

21

Se va contando en orden del 1 al 21, pero con reglas que van cambiando. Por ejemplo, si alguien dice “5”, cambia la dirección del juego. Si se equivocan en el número, en la dirección, o rompen la norma… beben. Cuando alguien dice “21”, puede crear una nueva norma absurda para la siguiente ronda. Ideal para reír y liar.

Carta más alta

Supersimple: cada persona saca una carta. Quien tenga la más baja, bebe. Si hay empate, duelo entre los perdedores. Puedes añadir reglas para las figuras o los ases. Fácil, rápido y muy traicionero.

Carta Rusa

Se colocan varias cartas boca abajo en la mesa, y bajo algunas hay “castigos” escritos (como “bebe 2”, “el de tu derecha bebe”, “bebe sin manos”, etc.). Se reparten al azar y se van revelando. Lo más parecido a una ruleta rusa… pero con risas y sin pistolas.

Mentiroso (o Cheat)

Consiste en deshacerte de tus cartas sin que los demás descubran si estás mintiendo. Dices “pongo dos sietes” (aunque igual son dos cuatros) y si alguien cree que mientes, dice “mentiroso”. Si tiene razón, bebes. Si no… bebe él. Requiere cara de póker y sangre fría.

Juegos para beber haciendo preguntas

Estos juegos no solo sirven para beber, sino también para conocer (de verdad) a la gente que tienes delante. Ya sea tu mejor amigo o alguien que acabas de conocer en la fiesta, estos juegos son como una lupa: sacan verdades, secretos y muchas risas. El truco está en hacer preguntas bien jugadas… y no tener vergüenza.

Yo Nunca (versión preguntas)

Una variante clásica del “Yo Nunca”, pero más directa. En vez de lanzar frases, cada persona hace una pregunta directa al grupo. Por ejemplo: “¿Alguna vez has enviado un mensaje a la persona equivocada?” Quien lo haya hecho… bebe. Cuanto más creativas (o incómodas) las preguntas, más divertido se pone.

Verdad o Chupito

Igual que el típico “Verdad o Reto”, pero sin retos. Si no quieres responder a la pregunta que te hacen… chupito al canto. Las preguntas pueden ir desde lo más inocente a lo más loco. Se recomienda jugarlo con gente que no se ofenda fácilmente (y con algo de confianza).

El Interrogatorio

Un jugador se convierte en “interrogador” y tiene un minuto para hacer todas las preguntas que quiera al resto. Si alguien no responde o se queda en blanco, bebe. Luego se rota el papel de interrogador. Muy útil para ver quién se quiebra antes bajo presión (o quién bebe más rápido).

¿Quién de aquí…?

Uno lanza una pregunta tipo “¿Quién de aquí sería el primero en casarse?” y el grupo señala a alguien. La persona que reciba más votos… bebe. A veces no hace falta preguntar nada más: las risas vienen solas con las elecciones del grupo.

Juegos extremos para beber y reír sin parar

Aquí entramos en terreno pantanoso: juegos más locos, más físicos o con normas que tienden al caos absoluto. Ideales para fiestas con gente animada, sin prejuicios, y con ganas de hacer el ridículo con estilo. Ojo: estos son los que acaban en vídeos de WhatsApp (o en arrepentimientos el día después).

La Ruleta de los Chupitos

Se colocan vasos numerados en círculo, algunos con alcohol, otros con cosas raras (agua con sal, vinagre, mezclas extrañas). Se gira una botella o una ruleta… y quien salga, bebe lo que toque sin saber qué hay. Asco, risas y caras raras garantizadas.

Flip Cup

Equipos enfrentados. Cada jugador bebe su vaso, lo coloca boca abajo en el borde de la mesa e intenta darle la vuelta con un golpe de dedo. Hasta que no lo consigue, no pasa al siguiente. El equipo que termine antes, gana. Sencillo, competitivo y más difícil de lo que parece tras un par de rondas.

La Galleta (versión light)

No, no es lo que estás pensando. Se juega con una galleta o snack que se pone en la frente. El objetivo es bajarla hasta la boca solo con movimientos faciales. Quien lo consiga primero, elige quién bebe. El resto… probablemente también beba por las risas.

Mímica extrema

Uno del grupo tiene que hacer una mímica de algo (película, animal, profesión, lo que sea) pero con un pequeño hándicap: tener que hacerla mientras bebe (literalmente) un sorbo, o con un objeto ridículo puesto (gafas de sol en interior, casco de bici, etc.). Quien no lo adivine… bebe.

El Chupito Ambulante

Un vaso pequeño lleno se pasa de mano en mano con música. Cuando se para la música, quien lo tenga en la mano… se lo bebe. Parece fácil, pero con un par de rondas ya nadie quiere quedarse con “el vaso maldito”. Se puede complicar con normas absurdas cada vez que alguien pierde.

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