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Las mejores películas de Denzel Washington

Sin categorizar

Denzel Washington no es solo un actor. Es una presencia. De esas que llenan la pantalla incluso cuando no dice ni una palabra. A lo largo de su carrera, ha sido policía corrupto, héroe de guerra, padre desesperado, activista, asesino con conciencia… y lo ha hecho todo con una intensidad que te deja pegado a la silla. Hay actores buenos, actores carismáticos y luego está Denzel, que juega en su propia liga.

Si te gusta el cine que va más allá del espectáculo, que mezcla potencia interpretativa con historias que dejan huella, esta lista es para ti. Aquí recopilamos algunas de sus películas más memorables. No están ordenadas por premios ni recaudación, sino por lo que nos hicieron sentir. Vamos allá.

Training Day (2001)

Aquí Denzel se soltó la corbata, se quitó la moral y se convirtió en el detective Alonzo Harris: corrupto, peligroso y absolutamente magnético. Ganó el Oscar por este papel y no es para menos. Cada escena suya es una clase de actuación. Su química con Ethan Hawke, la tensión creciente y ese final que aún retumba… hacen de esta peli un thriller inolvidable.

Además, ver a Denzel salirse del típico héroe recto fue un giro brillante. Te perturba y te encanta al mismo tiempo. Training Day no solo mostró su rango, sino que lo elevó a la categoría de leyenda.

Malcolm X (1992)

No hay muchas biopics que lleguen tan lejos. Aquí Denzel se mete en la piel de Malcolm X de una forma casi espiritual. No lo imita: lo revive. Desde su transformación personal hasta su activismo, pasando por sus contradicciones y fuerza intelectual, esta peli es un viaje de principio a fin. Dirigida por Spike Lee, es intensa, política y profundamente humana.

Denzel entrega una de las actuaciones más completas de su carrera. No solo habla, ruge. No solo actúa, respira historia. Y cuando termina, sabes que has visto algo que va mucho más allá del cine.

El fuego de la venganza (Man on Fire, 2004)

Aquí interpreta a Creasy, un guardaespaldas marcado por la culpa, que encuentra redención protegiendo a una niña en Ciudad de México. Su relación con ella (interpretada por Dakota Fanning) es el corazón de una historia que pasa de dulce a brutal en segundos. Y cuando arranca la venganza… agárrate.

Lo bestia es cómo Denzel logra que su personaje, incluso cuando se convierte en una máquina imparable de destrucción, siga siendo humano. Dolido. Frágil. La acción es potente, pero el alma es él.

American Gangster (2007)

Denzel como Frank Lucas, un mafioso real que construyó un imperio en Harlem en los 70. Su interpretación es fría, elegante y demoledora. Nada de gritos ni aspavientos: aquí manda con mirada y silencio. El enfrentamiento con el personaje de Russell Crowe añade otra capa a una historia ya de por sí fascinante.

Es cine negro del bueno, con ritmo, tensión y una dirección impecable de Ridley Scott. Pero lo que se queda contigo es cómo Denzel domina cada escena sin necesidad de explotar. Es puro control.

Philadelphia (1993)

Aunque Tom Hanks se llevó el Oscar por esta peli, Denzel tiene un papel clave: es el abogado que al principio no quiere saber nada de un caso por discriminación a un hombre con sida… y acaba peleando hasta el final por justicia. Su evolución es el alma de la película, y Denzel la maneja con una sutileza brutal.

Su interpretación es contenida, pero cargada de verdad. Sin él, la película no tendría el mismo impacto. Es uno de esos papeles en los que parece que no está haciendo mucho… pero en realidad lo está haciendo todo.

Huracán Carter (The Hurricane, 1999)

Este papel le dio a Denzel una de sus nominaciones más merecidas al Oscar. Interpreta a Rubin «Hurricane» Carter, un boxeador acusado injustamente de un triple asesinato. Lo más potente es cómo transmite la rabia contenida, la dignidad y la resistencia del personaje mientras lucha desde la cárcel por limpiar su nombre.

La historia es dura, pero inspiradora. Y Denzel la lleva al límite. Hay momentos en los que ni necesitas diálogo: sus ojos lo dicen todo. Es una actuación que te sacude por dentro.

Fences (2016)

Aquí no solo actúa: también dirige. Adaptación de una obra de teatro de August Wilson, Fences es puro diálogo y emociones a flor de piel. Denzel interpreta a Troy Maxson, un padre amargado por los sueños rotos, que arrastra esa frustración a su familia. Su personaje es complejo, lleno de defectos, pero profundamente humano.

La relación con su esposa (Viola Davis, espectacular) es de esas que se te quedan en el pecho. Es cine de actores, de palabra, de silencios. Y Denzel lo borda. Aquí no hay artificio: solo verdad.

The Equalizer (2014)

Denzel en modo justiciero silencioso. Robert McCall es un tipo aparentemente normal, metódico y solitario, que esconde un pasado letal. Cuando decide ayudar a una joven atrapada en una red criminal, desata una tormenta.

Es una peli de acción, sí, pero con ese sello Denzel: intensidad sin histeria, violencia con elegancia. No hay poses de tipo duro; hay precisión, mirada, tensión. Un héroe que no necesita capa ni frases ingeniosas para imponerse. Solo una mirada. Y un cronómetro.

1922 (2017)

Este título no corresponde a Denzel Washington. «1922» es una adaptación de una novela de Stephen King, pero el protagonista es Thomas Jane, no Denzel.

¿Posiblemente se coló por error en la lista? Si quieres, lo reemplazamos por otro título de Denzel que sí sea parte de su filmografía, como Flight (2012), Déjà Vu (2006) o Antwone Fisher (2002). Avísame y lo ajusto.

John Q (2002)

Denzel como padre desesperado dispuesto a todo por salvar a su hijo. La historia golpea donde duele: el corazón. Cuando el sistema de salud le da la espalda, John Q toma una sala de urgencias como rehén para que operen a su hijo. Es un dilema moral poderoso, y Denzel lo lleva al límite.

Aquí se nota su talento para transmitir dolor sin caer en lo melodramático. Cada decisión, cada mirada, te pone en sus zapatos. Un drama tenso, humano y con un mensaje social que sigue vigente.

Plan oculto (Inside Man, 2006)

Thriller elegante y adictivo. Denzel interpreta a un detective enfrentado a un robo bancario… que no es lo que parece. Es una partida de ajedrez entre él y Clive Owen, con Jodie Foster metida en el medio. Todo dirigido por Spike Lee con un estilo ágil y muy neoyorquino.

Denzel aquí es puro carisma y control. No necesita levantar la voz para hacerse con la escena. Una peli con giros inteligentes y ese aire de thriller clásico que se disfruta de principio a fin.

Titanes. Hicieron historia (Remember the Titans, 2000)

Una historia basada en hechos reales que mezcla deporte, racismo y superación. Denzel es el entrenador Herman Boone, encargado de unir a un equipo de fútbol americano en plena integración racial en Virginia. Su liderazgo, duro pero justo, inspira tanto a sus jugadores como al espectador.

Es de esas pelis que te levantan del sofá. Tiene corazón, mensaje y momentos que te hacen apretar los puños. Denzel brilla, pero también deja espacio para que la historia y los personajes crezcan a su alrededor.

El libro de Eli (The Book of Eli, 2010)

Un Denzel postapocalíptico, armado con una espada y una misión casi sagrada. Eli es un viajero solitario en un mundo devastado, que protege un libro que podría cambiarlo todo. La estética es brutal, seca y estilizada, pero lo que sostiene la peli es la fuerza tranquila de su protagonista.

No es solo acción: es una reflexión sobre la fe, la palabra y la resistencia. Y Denzel, una vez más, lo dice todo sin apenas hablar. Otro ejemplo de cómo su presencia basta para que el relato funcione.

El coleccionista de huesos (The Bone Collector, 1999)

Un thriller policiaco con tintes oscuros en el que Denzel interpreta a Lincoln Rhyme, un brillante forense que queda tetrapléjico tras un accidente. A pesar de su condición, sigue resolviendo crímenes desde su cama, guiando a una joven policía (Angelina Jolie) mientras investigan a un asesino en serie con un modus operandi retorcido.

Lo interesante de esta interpretación es cómo Denzel transmite fuerza, tensión y liderazgo sin moverse apenas. Todo está en su mirada, en su tono, en su capacidad de controlar la escena desde la quietud. Es una peli clásica de los 90, llena de intriga, con buen ritmo y química entre los protagonistas.

The Tragedy of Macbeth (2021)

Aquí Denzel da un salto al teatro clásico, con una versión minimalista y visualmente impresionante del Macbeth de Shakespeare, dirigida por Joel Coen. Es cine elevado, de esos que exigen atención, pero que recompensa con interpretaciones poderosas. Washington se adentra en la oscuridad de un personaje consumido por la ambición, la culpa y el destino.

Su actuación es hipnótica: sobria, intensa y cargada de simbolismo. Sin necesidad de artificios, deja claro por qué es uno de los grandes. Esta es una de esas pelis que no solo se ven, se saborean, plano a plano, palabra a palabra.

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