Das neue Cannabisgesetz in Deutschland

Recibir una sanción administrativa por cuestiones relacionadas con el hachís no es algo agradable. Sin embargo, si se dan determinadas circunstancias, existe la posibilidad de recurrir esa multa de forma legal.

Desde Smoking Paper recomendamos que, ante cualquier procedimiento sancionador, se cuente siempre con el asesoramiento de profesionales especializados. De este modo, podrás conocer tus derechos y actuar correctamente dentro del marco legal.

Ahora bien, nunca está de más tener una idea general sobre el proceso. Por eso, te explicamos los aspectos más importantes a tener en cuenta: desde los motivos más comunes por los que se puede recibir una sanción, hasta el importe económico que podría implicar si no se presenta recurso, y las fases que suele seguir este tipo de procedimiento.

¿Por qué motivos se puede recibir una multa por hachís?

La normativa en torno a esta sustancia ha experimentado muchos cambios en las últimas décadas. Hoy en día, en España se aplica la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana, que regula entre otros aspectos la tenencia y consumo de determinadas sustancias en espacios públicos.

Específicamente, el artículo 36 de esta ley recoge los supuestos que pueden dar lugar a una sanción administrativa. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

• Consumo o tenencia en espacios públicos, como calles, parques, establecimientos abiertos al público o transportes colectivos.
• Abandono de objetos utilizados para el consumo en esos mismos lugares.
• Traslado de personas con el fin de facilitar el acceso a este tipo de sustancias, independientemente del medio de transporte utilizado.
• Plantación o cultivo en espacios visibles al público.
• Tolerancia del consumo o tráfico por parte de los titulares de locales o recintos, así como la falta de diligencia en su prevención.

Como puedes ver, no solo se sanciona el acto en sí, sino también el contexto y las condiciones en que se produce.

¿De cuánto sería el importe de la sanción?

Una multa por hachís puede tener un importe muy distinto según las circunstancias en las que se imponga y la calificación de la infracción.

En España, la posesión o consumo de hachís en lugares públicos se considera una infracción grave según la Ley Orgánica 4/2015, de protección de la seguridad ciudadana. Esta ley establece sanciones económicas que pueden dividirse en tres tramos dentro del grado de infracción grave:

• Grado mínimo: multa de 601 a 10.400 euros.
• Grado medio: multa de 10.401 a 20.200 euros.
• Grado máximo: multa de 20.201 a 30.000 euros.

Estas cantidades pueden variar en función de factores como la reincidencia, la actitud del infractor, la cantidad intervenida o la situación en la que se produjo la sanción.

Por otro lado, las infracciones muy graves, como el cultivo o el tráfico, se sancionan con multas que pueden oscilar entre los 30.001 y los 600.000 euros.

Siempre es recomendable consultar con un profesional para entender bien tu caso concreto y saber si se puede recurrir o reducir la sanción.

¿Cómo puedo recurrir una multa por hachís?

Ya sabes en qué situaciones pueden sancionarte y qué importe puede tener la multa, según el caso. Ahora bien, ¿se puede recurrir una multa por hachís? La respuesta es sí, y hacerlo correctamente podría evitarte un buen susto… y una cantidad importante de dinero.

Reclamación

Lo primero que debes hacer es presentar tus alegaciones. Es decir, exponer tus motivos y argumentos por los que consideras que la sanción no procede o no se ajusta a derecho.

El plazo habitual para presentar estas alegaciones es de entre 10 y 15 días hábiles desde que recibes la notificación de la multa.

Tendrás que rellenar la documentación oficial correspondiente y respetar el formato que exige la administración. Esta reclamación se presenta en la subdelegación del Gobierno de la provincia donde tuvo lugar el hecho sancionable.

Etapas del proceso

Una vez presentadas las alegaciones, si estas se admiten, se inicia el procedimiento administrativo correspondiente. Los pasos más comunes son:

• Revisión del expediente y de los hechos.
• Valoración de una posible apelación.
• Si procede, apertura de vía contencioso-administrativa.

Si la administración acepta tus alegaciones, se archiva el expediente y la sanción queda anulada. Si no las acepta, el proceso continúa, pero todavía es posible interponer nuevos recursos por vía administrativa.

En caso de agotar esa vía, existe la opción de acudir a la vía judicial. Para ello, hay que iniciar el procedimiento en un plazo máximo de seis meses desde la notificación de la resolución sancionadora.

Además, si esta resolución llegara fuera de plazo, podría considerarse caducada y la multa no tendría efecto legal.

Alegaciones más comunes

No todo vale como excusa. Para que una alegación tenga posibilidades de prosperar, debe basarse en hechos objetivos y bien fundamentados. Estas son algunas de las razones más frecuentes que se suelen alegar:

• Que ha pasado demasiado tiempo y la sanción ha caducado.
• Que el procedimiento ha prescrito por superar los plazos legales.
• Que la notificación se ha realizado de forma incorrecta o defectuosa.
• Que se ha hecho una calificación errónea de los hechos. Por ejemplo, si no hay pruebas concluyentes sobre el contenido de lo intervenido.
• Que la sanción es desproporcionada con respecto a lo ocurrido.
• Que no se ha hecho un análisis oficial de la sustancia, lo que impide confirmar con certeza qué era.

Recuerda que contar con asesoramiento legal profesional es clave si quieres recurrir con garantías. Así sabrás cómo enfocar tu caso y qué argumentos pueden tener más peso ante la administración.

¿Qué hacer si ya has pagado la multa?

Muchas personas pagan la sanción sin saber que pueden recurrirla, especialmente si lo hacen con el descuento del 50 % por pronto pago. Sin embargo, hay que tener en cuenta que al abonar la multa con reducción se renuncia a presentar alegaciones.

Si ya la has pagado y crees que hubo un error en el proceso (como una notificación incorrecta o falta de pruebas), conviene que te asesores con un profesional para valorar si aún puedes reclamar por la vía contencioso-administrativa.

En cualquier caso, siempre es recomendable conservar toda la documentación relacionada con el expediente, ya que puede ser útil en el futuro si vuelves a tener una sanción similar o si necesitas demostrar los hechos.

Compartir este artículo