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Cuando el calor aprieta y el asfalto se convierte en una sartén, hay una palabra mágica que lo soluciona todo: agua. Pero no cualquier agua… hablamos de toboganes infinitos, piscinas gigantes, flotadores imposibles y ese ambientazo veraniego que solo se vive en los parques acuáticos.
Si estás planeando una escapada con amigos, en familia o simplemente quieres flotar bajo el sol sin pensar en nada, aquí tienes una selección con los mejores parques acuáticos en Barcelona y alrededores. Prepárate para mojarte —literalmente.
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Las mejores aventuras a remojo suelen estar a unos cuantos kilómetros del centro. Los parques acuáticos cercanos a Barcelona lo tienen todo: atracciones salvajes, zonas familiares y ese aire de escapada que ya te pone en modo verano desde el coche. Aquí van los más top, perfectos para soltar adrenalina, desconectar del ruido de la ciudad y pasar el día entre chapuzones, toboganes y risas.
No hace falta irse muy lejos para sentirte de vacaciones. A poco más de media hora de Barcelona tienes opciones para todos los gustos: desde parques con espectáculos marinos hasta los que se centran 100% en la acción acuática. Así que prepara el bañador, mete algo de comida en la mochila o busca un chiringuito cerca, porque estos sitios invitan a pasar todo el día empapado.
Uno de los grandes clásicos del verano catalán. Illa Fantasia es ese tipo de parque donde no importa si vas con niños, en pareja o con amigos: siempre encuentras una zona que se adapta a tu mood del día. Está a solo 20 minutos de Barcelona, pero ya desde el parking se respira ambiente de escapada. Tiene zonas de picnic con sombra, así que puedes llevarte tu comida sin problema, o simplemente dejarte llevar por la oferta gastronómica que hay dentro.
Sus más de 20 atracciones incluyen desde toboganes gigantes hasta ríos lentos y piscinas de olas. Hay adrenalina si la buscas, y zonas tranquilas si solo quieres flotar y relajarte. Uno de sus puntos fuertes es la organización: no es de los que se saturan rápido y, si madrugas un poco, puedes aprovechar el parque entero a tu ritmo. Planazo de día completo.
Lo interesante de Marineland es que va un paso más allá del clásico parque acuático. Aquí el plan incluye también animales marinos: delfines, focas, leones marinos… así que si quieres combinar toboganes con espectáculos, este sitio lo tiene todo. Se encuentra en Palafolls, a una hora escasa desde Barcelona, y es ideal para familias o grupos mixtos que buscan variedad.
En cuanto a atracciones acuáticas, no decepciona: hay toboganes rápidos, zonas para niños pequeños, y áreas más relajadas con piscinas y solárium. Todo está bien integrado en un entorno cuidado y accesible. Es ese tipo de parque que puedes repetir cada verano sin que se sienta igual, porque entre la parte acuática y la faunística, siempre hay algo nuevo por descubrir.
Si lo tuyo es la adrenalina, este es tu sitio. Water World, en Lloret de Mar, está diseñado para quienes quieren vivir el parque al máximo. No escatiman en intensidad: cápsulas de caída libre, loopings, toboganes tipo kamikaze y zonas con olas que simulan el mar. La sensación general es de parque temático de agua en su versión más salvaje, pero con suficiente variedad para que cada visita sea distinta.
Eso sí, también tiene su lado más suave. Hay piscinas familiares, zonas para los más pequeños y áreas de descanso bajo las palmeras. Es un parque grande, muy bien mantenido y con vistas al entorno mediterráneo que lo hacen aún más disfrutable. Si vas en grupo de amigos, puede convertirse fácilmente en el plan estrella del verano. Llévate calzado cómodo y protector solar: vas a estar todo el día a pleno sol.
Ubicado en Platja d’Aro, Aquadiver es un parque que conquista por su ambiente relajado y familiar. Aunque tiene atracciones para subir las pulsaciones —como los toboganes anchos tipo multipista o los de caída rápida—, lo mejor es el equilibrio entre diversión y desconexión. La combinación del paisaje costero con el entorno de montaña le da un aire diferente, como si estuvieras en un rincón escondido de vacaciones eternas.
Es ideal para pasar el día en familia o en pareja. Hay muchas zonas de sombra, rincones para comer tranquilamente y atracciones pensadas para compartir: pistas blandas, flotadores dobles, juegos de agua… No es el parque más extremo, pero sí uno de los más agradables y completos. Un acierto seguro si buscas algo más que velocidad y ruido.
Si moverse fuera de Barcelona no está en tus planes, no te preocupes: también puedes darte un buen chapuzón sin salir de la ciudad. Aunque no hay grandes parques acuáticos como tal dentro del núcleo urbano, sí existen espacios públicos con zonas de agua que cumplen su función con nota. Ideales para refrescarse, pasar el día con peques o improvisar un plan cuando el calor aprieta. No hace falta coche, ni entrada cara, ni gran logística: solo ganas de mojarse y pasarlo bien.
Barcelona no deja de sorprender con sus rincones inesperados, y este parque en el barrio del Coll es uno de ellos. Subiendo por las calles tranquilas de Gràcia, lo que parecía solo un espacio verde de barrio se convierte en un oasis perfecto para los días más calurosos del verano. Tiene árboles altos, zonas de sombra, columpios y un ambiente muy local, relajado y familiar.
Lo más llamativo es su gran lago artificial, que en verano se habilita como piscina pública. Aunque no hay toboganes ni efectos especiales, el simple hecho de poder bañarte entre árboles y edificios, con espacio para estirarte al sol o montar un picnic improvisado, ya lo convierte en uno de los imprescindibles si no quieres salir de la ciudad. Económico, fácil de llegar y perfecto para un chapuzón improvisado.
Situado en el distrito de Nou Barris, Can Dragó es mucho más que un polideportivo: es una de las mejores alternativas para refrescarse sin tener que hacer kilómetros. Rodeado de zonas verdes, cuenta con instalaciones deportivas, pistas y un entorno amplio ideal para pasar el día. Es especialmente popular entre familias y grupos de amigos que buscan planes accesibles y sin complicaciones.
La piscina de Can Dragó destaca por su tamaño: una de las más grandes de la ciudad. Tiene zonas poco profundas para niños, espacio para nadar y áreas de césped para tomar el sol o relajarse a la sombra. Aunque no es un parque acuático clásico con atracciones, su ambiente animado, el precio asequible y la facilidad de acceso la convierten en una opción ganadora para disfrutar del agua sin salir de Barcelona.
No todos los planes acuáticos tienen que dejarte temblando la cartera. En Barcelona también hay opciones para mojarte sin gastar un dineral: espacios públicos, zonas infantiles con chorros de agua, fuentes interactivas… Pequeños oasis urbanos que se agradecen, sobre todo cuando el calor aprieta y lo único que quieres es remojarte sin complicaciones.
Estos parques no tienen looping ni toboganes de vértigo, pero cumplen con creces si lo que buscas es refrescarte, dejar que los peques se lo pasen bomba o simplemente sentarte cerca del agua y disfrutar del verano sin estrés. Son accesibles, gratuitos y perfectos para improvisar un plan de último minuto.
Este espacio acuático es uno de los secretos mejor guardados del verano en Nou Barris. El Splash Pad no es un parque acuático como tal, sino una zona de chorros y juegos de agua pensada para que los más pequeños (y no tan pequeños) se diviertan sin riesgo. Está totalmente integrado en el entorno del Parc Central, rodeado de verde, caminos amplios y zonas de descanso.
La variedad de chorros, surtidores y fuentes interactivas hace que el sitio nunca aburra. Además, al estar dentro de un parque tan amplio, puedes combinar la visita con un picnic, una siesta a la sombra o una tarde de juegos al aire libre. Es un ejemplo perfecto de cómo el espacio público puede ofrecer alternativas frescas, seguras y gratuitas para combatir el calor sin salir del barrio.
Situada en el corazón de Sant Andreu, la zona acuática del Parc de la Pegaso es una joyita para las familias. Es pequeña, sí, pero está tan bien pensada que se convierte en una de las favoritas de quienes viven cerca. Tiene surtidores de agua, elementos lúdicos y un diseño muy cómodo para que los niños jueguen mientras los adultos descansan cerca sin perderlos de vista.
Al ser una instalación pública, el acceso es libre, lo que la convierte en un plan ideal para los días de calor donde no apetece organizar nada complicado. El parque en sí también tiene mucha vida: zonas verdes, bancos, sombra natural y buen ambiente. Si buscas un sitio para refrescar a los peques sin salir del núcleo urbano, este rincón es apuesta segura.